+ de 25 años
«A partir de los 25 años empiezan a formarse las primeras arrugas muy superficialmente y la piel empieza a perder colágeno, entre otros componentes, por lo que empieza a generarse una leve flacidez, que aún no se manifestará hasta pasados los 30 años», explica la especialista.
Cóctel de vitaminas: consiste en la inyección de vitaminas, aminoácidos y coenzimas para que las células fibroblastos de la piel fabriquen más colágeno para la firmeza y elastina para la elasticidad.
Este cóctel incluye ácido hialurónico fluido hidratante, que aporta moléculas de ácido hialurónico para retener el agua y favorecer la hidratación facial.
Mesoterapia con ácido hialurónico: es una alternativa exclusivamente con ácido hialurónico, que tiene como función retener agua en la piel. Su inyección en consistencia más fluida en distintas partes del rostro contribuye a la hidratación y un efecto de luminosidad.
+ de 30 años
«Pasados los 30 años empiezan a marcarse en la piel las primeras líneas de expresión en frente, entrecejo y contorno de ojos, ya que se ha ido perdiendo colágeno con el paso del tiempo y la piel no está tan elástica», detalla.
Aplicación de toxina botulínica: permite reducir la formación de arrugas producto de la gestualidad. La toxina botulínica bloquea la conexión entre neurona y músculo, quedando este último relajado, lo que reduce la formación de la línea de expresión. Está indicado para reducir la formación de arrugas peri orbiculares -o patas de gallo- producidas por la risa, en el entrecejo al fruncir el ceño, y arrugas horizontales en la frente.
Meso Glow: esta nueva técnica provoca un efecto de rostro resplandeciente e iluminado inmediato y paulatino rejuvenecimiento facial. En una primera sesión, se aplican microinyecciones en el rostro con una mezcla de ácido hialurónico y un cóctel de vitaminas y aminoácidos. El ácido hialurónico aportará las moléculas que captan agua en la piel, produciendo un efecto de resplandor y luminosidad producto de la hidratación facial. Esto creará un rostro más turgente, liso, desintoxicado y parejo, con un efecto resplandeciente que se verá al día siguiente del tratamiento.
En dos sesiones posteriores se aplica un cóctel de vitaminas (A, complejo B, C, E) y aminoácidos que aportarán los nutrientes para que las células fibroblastos de la piel produzcan mayor cantidad de colágeno para recuperar la firmeza, elastina para favorecer la elasticidad y atenuación de arrugas y ácido hialurónico para la hidratación facial.
+ de 40 años
«Con el avance de la década y los 40 años, las estructuras del rostro gradualmente descienden, lo que se traduce en flacidez y profundización de surcos faciales», asegura Avaria.
Rellenos faciales: el surco nasogeniano que nace de la nariz y se proyecta hacia las comisuras de la boca y se profundiza especialmente a partir de los 40 años producto de la flacidez facial, dando un aspecto envejecido y cansado. Los rellenos faciales se aplican mediante microinyecciones en la dermis profunda en la zona deprimida. Su efecto de relleno en el surco o arruga es inmediato, emparejando la zona, suavizando rasgos y quitando sombras. Hay rellenos cuyo efecto dura 8 a 12 meses como el ácido hialurónico, y otro cuyo efecto dura hasta cuatro años como Ellansé.
Plasma Rico en Plaquetas: la mesoterapia o microinyecciones de plasma rico en plaquetas ayuda a regenerar colágeno y a frenar la flacidez.
El plasma es extraído de la sangre de la paciente, y luego inyectado en ella. Su acción aceleradora estimula a las células fibroblastos de la piel a fabricar con mayor intensidad colágeno, elastina y ácido hialurónico, lo que contribuye a atenuar arrugas y a retener agua en la piel. El PRP también combate las manchas, pues estimula a las células macrófagos a fagocitar la melanina producida en exceso y que forma las manchas en la piel.
+ de 50 años
«¿Qué pasa sobre 50 años? Los volúmenes del rostro disminuyen, lo que trae como consecuencia un aspecto cansado y envejecido», confirma.
Hilos tensores faciales: introducidos con una micro aguja en la hipodermis, o sea, en la capa grasa de la piel, levantan las facciones del rostro de manera inmediata.
Se pueden aplicar en el canto exterior de la ceja para levantar el párpado, permiten elevar pómulos y mejillas, redefinir el contorno mandibular y remarcar la diferencia entre la línea de la mandíbula y cuello, evitando el «cuello de pavo». En resumen, devuelven la firmeza al óvalo facial.
Relleno de pómulos: con el paso de los años, la grasa profunda del pómulo comienza a descender por debilitamiento de los ligamentos que la sostienen, provocando que el volumen del pómulo disminuya y se comience a achatar la cara. El relleno de pómulos con ácido hialurónico busca recuperar los volúmenes perdidos en esta zona y reposicionar las estructuras caídas por la pérdida de la grasa. Contribuye a elevar las facciones (efecto lifting) y obtener un aspecto más juvenil.